En mis primeros quince años de estudio del Reiki, buscando el significado profundo de cada práctica y de cada símbolo, lo consideré primero como una herramienta útil para ayudar a aliviar el dolor ajeno sin más preguntas.
Influido por la lectura de los textos de Reiki, y siguiendo las enseñanzas de distintos maestros del método, tanto occidentales como japoneses, recorrí distintos países, buscando las claves que me guiaran hacia la auténtica esencia de aquello que su fundador, Usui Sensei, se propuso al enseñarlo.
Fue así que pude aprender distintas versiones del Reiki contemporáneo.
Desde las más modernas, que envían iniciaciones a distancia y promueven el Reiki sin maestros, hasta las más conservadoras, que le imponen al alumno seguir el camino de su maestro como si éste tuviese la verdad absoluta.