La existencia de su luz se sitúa en
una frecuencia vibratoria distinta a la nuestra, por eso es que no los vemos ni
los oímos, pero cuanto comenzamos a elevar nuestras vibraciones, adquirimos la capacidad de percibirlos.
No
obstante pueden aparecerse de mil formas distintas y éstas varían según las
personas, lo más importante es que están siempre a nuestro alrededor y podemos
recurrir a ellos en cualquier momento.
Incluso debemos lograr la comunicación
angelical porque transmiten mensajes por
medio de la percepción que podemos captar con nuestra mente, aunque te suene
extraño.
El primer paso para alcanzar el contacto, es que puedas lograr una comunicación con ellos (sin importar si crees en
su existencia).
Así puede ser que comience a experimentar sensaciones nuevas, cuando se dan cuenta que tú los estas llamando, pero como son muy prudentes deben identificar tus intenciones y en especial tu corazón, tu esencia, tu alma.
Cuando eres puro y sano se abre de inmediato el camino para tu conexión,
es la llave de las puertas a un mundo diferente, lleno de amor y sabiduría, de
esa manera comenzaras a recorrer con su guía, el sendero de tu alma
conectándote con tu misión.
Por una cuestión de
jerarquía en entregas posteriores, vamos a ir desarrollando el tema de los
Arcángeles, que son los que gobiernan los ejércitos celestiales de los ángeles.
Algunos son mensajeros de la sanación divina, como Rafael, otros de la
protección divina y la liberación, como Miguel, otros que nos permiten liberar
cosas del pasado y comunicarnos con las buenas cosas del presente, como Gabriel
y otros con la intuición, la actividad de profecía, de transformación, de
generación de nuevos comienzos como Uriel.
Cada una de estas energías que en si, están para ayudarnos y para
sostenernos, quieren de alguna manera comunicarse con nosotros en todo momento.
No necesariamente tenemos que creer que estas fuerzas existen porque les han
dado formas representativas, cuando uno siente protección o una presencia
quizás no lo ve, no lo individualiza con nitidez pero se percibe como una
sensación de que algo está cerca de uno y no pueden explicarlo de una forma
clara pero se registra, se perciben y es real.
Muchos decimos, y me
incluyo, “ver para creer”, pero en
estos tiempos sabemos que no sólo todo lo que vemos es real, sino que también
hay cosas que no se suelen ver cómo el amor, el odio, la tristeza, el olvido, la ilusión, la felicidad, la plenitud,
el rencor, la desazón, la iluminación, la envidia, la hipocresía y podría
seguir con una lista interminable.
Estoy segura que estos seres de luz existen
en la realidad, aunque no lo veamos de
manera física y concreta, lo podemos ver con los ojos del corazón.
El término arcángeles
significa “principal entre los ángeles”
y te conectan con una fuente inagotable de bendiciones, prosperidad y abundancia. Son seres con una energía
especial y altamente poderosa.
Son lumínicos y responden a nuestra llamada en
cuanto pedimos ayuda, cada uno de ellos tiene una función específica con
atributos divinos para llevarla a cabo, como también la misión de asistir a la
humanidad en su camino evolutivo.
La
energía divina llega a nosotros a través de ellos, cada uno nos entrega
virtudes y cualidades específicas.
Se los identifica con un color determinado,
generando entre todos un maravilloso arco iris de luz infinita. Va a ser de
mucha utilidad conocer los objetivos de cada uno, para saber a cuál invocar
cuando necesitemos su ayuda, ya sea para ti o para los demás.
Es importante que
sepas, que todos sus nombres terminan con la sílaba “el”, que los
identifica como mensajeros y enviados de Dios.
En la próxima entrega, hablaremos de LOS ARCÁNGELES
Miriam G. de Irigoyen
Master Reiki Satori Shihan
Verificada por la Asociación Argentina de Reiki.