
El castigo impuesto lastimo a todos, pues aunque la Tierra no olvida la traición del Sol, no ha podido dejarle de amar. Es así que por las mañanas se deja abrazar por él, que con cálidos besos despierta en ella flores de vida solo por robarle una sonrisa, pero por las noches se aleja ya que la Tierra recuerda lo vivido cuando mira una estrella asomarse a lo lejos y se vuelve loca de celos y lo aleja de su lado. Es por eso que en las mañanas el Sol sale y brilla con intensidad, pero por las noches se apaga para ocultarse y llorar la pena de su soledad.
Pero es en esas noches cuando todos se han dormido que desde lejos se convierte en amoroso padre, y cuida a su hija, iluminándola con cálida ternura, decorando su cuarto con estrellado cielo para hacerle compañía.
Triste es verlos a todos tan distantes.
Mas el Firmamento permite que el Sol se acerque a ellas solo en el eclipse, y por breves momentos el Sol brilla con más intensidad, por la fuerza del amor que suplica el perdón.
Ahora sabes que la Luna es cómplice de los enamorados, pues ella es hija del amor y con amor espera un día poder reunir de nuevo a sus padres en el final de los tiempos, y hacer del cielo el reino que en un principio fue.
Mas el Firmamento permite que el Sol se acerque a ellas solo en el eclipse, y por breves momentos el Sol brilla con más intensidad, por la fuerza del amor que suplica el perdón.
Ahora sabes que la Luna es cómplice de los enamorados, pues ella es hija del amor y con amor espera un día poder reunir de nuevo a sus padres en el final de los tiempos, y hacer del cielo el reino que en un principio fue.
Gracias a Pedro Noguera
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