Cuenta la leyenda que la primera historia de celos fue protagonizada por la Tierra y el Sol; se dice que no hubo amor más grande como el de estos dos. Cuando el Sol puso por primera vez sus ojos en la Tierra, esta era apenas una niña, pero al calor de los rayos del Sol fue floreciendo en ella vida, como si reflejara por fuera el inmenso amor que sentía por dentro.