Exploraremos las técnicas para cambiar nuestros hábitos mentales por otros más virtuosos. En este empeño podemos usar dos métodos de meditación: por un lado, la meditación analítica, la vía mediante la cual nos familiarizamos con nuevas ideas y actitudes mentales, y, por otro, la meditación contemplativa, que centra la mente en el objeto elegido.
Aunque todos aspiramos de forma natural a ser felices y deseamos superar nuestra desdicha, el dolor y el sufrimiento siguen ahí. ¿Por qué?
El budismo enseña que, en realidad, somos nosotros quienes influimos en las causas y circunstancias que generan nuestra infelicidad, resistiéndonos a menudo a realizar actividades que podrían conllevar una felicidad más duradera. ¿Cómo puede ser?